jueves, 14 de abril de 2011

La Noche de los Tiempos

"En España, lo revolucionario es el respeto" Fernando de los Rios
*"Ignacio Abel ha escuchado una voz improbable que decía su nombre (...) En Madrid ahora mismo, apartar los ojos a tiempo de una mirada fija para sobrevivir.(...)  Que no parezca que tienes miedo porque te volverás automáticamente sospechoso. (...) ha visto transfigurarse de la noche a la mañana caras de personas a las que creía conocer desde siempre, convertirse en cara de verdugos, o de iluminados, o de animales fugitivos, o de reses llevadas sin resistencia al sacrificio (...)  la primera luz del día el cuerpo ya rígido de alguien a quien empujaron contra la pared la noche anterior, convirtiéndola con impaciencia en paredón de fusilamiento (...) alguien a la luz de unos faros unos momentos antes de caer asesinado o agonizar retorciendose hasta que le acercan a la nuca la pistola del tiro de gracia. (...)
Hubo signos pero él no los vió, o más bien eligió no verlos. Hubiera querido saber en qué momento fue inevitable el desastre: cuando lo monstruoso empezó a parecer normal, cuando las palabras que alentaban al crimen y a las que nadie daba crédito porque se repetían monotamente y no eran más que palabras que se convirtieron en crímenes; cuando los crímenes se fueron haciendo tan habituales que ya formaban parte de la normalidad pública. (...) Pero quién detiene el incendio cuando ya ha prendido y  las llamas ascienden por los muros y el calor revienta los cristales de las ventanas, quien apacigua la rabia del que ha sido injuriado o pone límite a la espiral de los muertos. (...) No se puede detener la marcha implacable de la Historia, decían Ahora o Nunca. Ni un Paso Atrás. Revolución o Muerte(...) Carteles con grandes letras rojas o negras recién pegados en los muros, brazos musculosos, mandíbulas violentas, manos abiertas y puños cerrados, evásticas, haces, hoces y martillos, águilas con alas desplegadas...(...) "Nadie quiere ver nada, amigo mío, y el que ha visto calla y hace todo lo posible por olvidar" le dijo el profesor Rossman una tarde en el café, unos minutos después de que sonaran unos disparos en la calle, de que un hombre joven quedara muerto  y descoyuntado sobre la acera, (...) No es para tanto, dicen, usted exagera, y con su exageración y su alarma nos pone a todos en peligro (...) "Ayer mismo unos señoritos de la Falange mataron en la esquina a uno que vendía el periódico comunista", "Uno a uno como en el futbol", "Mañana seguro que toca el desempate" (...) "Ustedes no quieren ver lo que está pasando en su país" (...) "Ustedes creen que las cosas son firmes, que lo que ha durado hasta ahora permanecerá igual para siempre. Ustedes no saben que el mundo puede hundirse (...) Las camisas azules y las camisas pardas y las camisas negras y las camisas rojas ya están llegando y es sólo cuestión de tiempo  de que lo hayan infectado todo.
--Cuñado, no hace falta que disimules. Ya sé que no te gustan mis ideas / -¿Qué ideas? Uniformes más bien. Noto que son más importantes los uniforme que las ideas, por la aficción que tenéis todos a ellos. (...) Por no hablar de las botas, los correajes, los pañuelos, los desfiles marcando el paso, las banderas/ -Seguro que cuando ves a los pioneros socialistas no te irritas tanto / - Me da la misma verguenza exactamente. El mismo asco. (...) No me gustan los niños rezando como loros con las manos juntas levantando el puño cantando La Internacional en el mismo tono que si cantaran Con Flores a María. Las personas decentes no se esconden detrás de una masa uniformada.(...)
Eutimio el capataz se recostaba en el asiento: Ya sabe usted lo que dicen los terratenientes que prefieren que se pierdan las cosechas antes de pagar jornales decentes a los trabajadores...--"Comed República" dicen (...) Exactamente: pisan a las personas y luego se escandalizan si el que han pisado se revuelve  y les muerde. (...) Los falangistas, los monarquicos...Suben por Santa Engracia a toda velocidad y atropellan a quien se pongan por delante, y se lían a tiros sin mirar a quien. La semana pasada mataron a una mujer que estaba barriendo la puerta de su casa. Asoman la cabeza por la ventanilla, estiran el brazo y gritan ¡Arriba España¡ (...) El gobierno del Frente Popular un gobierno de señoritos burgueses, Don Ignacio, que mandan gracias al voto obrero, por culpa de nuestro partido el de usté y el mío (...) Costó tanto traer la República y ya no la quieren, no les parece bastante. Ahora quieren la revolución soviética como en Rusia. (...) Y luego los otros, los señoritos monarquicos, van a Roma a que les bendiga el Papa y a continuación cobran el cheque que les dá Mussolini para que compren armas, enloquecidos y furiosos porque la República les ha expropiado unas cuantas fincas estériles (...) En este país que tenemos, amigo mío, nada da mucho de sí, ni para lo bueno ni para lo malo. Media España no ha salido del feudalismo (...) Adela le asustaba lo que a veces decía su hermano y su padre, que vaticinaban que muy pronto iba a ocurrir algo muy grave, que el país no podía seguir cayendo por aquella pendiente, que sólo después de un gran baño de sangre las cosas empezarían a enderezarse en España (...) "Mujer, que va a pasar, no pasará nada, lo de siempre, mucho ruido y pocas nueces. España es un país de charlatanes y bocazas" (..) Adela, despues de ir a Misa adelantó su mano derecha, y el párroco a la suya, creyendo que iba a tomar los sobres con la las papeletas electorales, pero lo que hizo adela fue rechazarla enpujandola suavemente inclinandose y diciendo con educación: "No se preocupe, padre, seguro que todos sabremos votar lo que nos dicte nuestra conciencia, con la ayuda de Dios" (...) Qué pensaria el párroco si supiera que ella había votado a una candidatura del Frente Popular, y además socialista, sin decirselo a su padre y su hermano (...)
La guerra, como las desgracias les suceden a otros, las guerras están en los libros de historia o en las páginas internacionales de los periódicos, no en la calle a la que uno baja todas las mañanas y en la que ahora puede encontrarse un cadáver o un socavón de una bomba o los escombros negros de un incendio (...) El enemigo venía avanzando en dirección a Madrid desde el sur, el oeste, el norte, no con banderas y palabras y uniformes desastrados y fantásticos sino con una eficiente determinación de matar, con carniceros mercenarios, con capellanes castrenses de pistola en el cinto y crucifijo levantados, con ametralladoras bien engrasadas, con la disciplina sin misericordia de las máquinas, los que cazaban a  caballo a los campesinos igual que si exterminaran alimañas, los que después violaban y rapaban las cabezas a las mujeres de los fusilados, los que bombardeaban primero y luego asaltaron a la bayoneta los arrabales obreros, los que...MURDER STALKS BEHIND FIGHNING..(...) Amor mío, hija mía, hijo mío, esposa mía...(...) Ignacio, ábreme por lo que más quieras, me van a matar (...) Taxista"lo mismo que en el 32, con Sanjurjo, y que en el 34, cuando lo de Asturias. Se ve que toca cirios cada dos años..." (...) "Hay que matarlos a todos" (...) --Cuñado, dichoso los ojos... (....) un militar con dos cojones, cuñado: Esto se acaba en dos días. Los mejores están con nosotros. Mira la chusma que ha salido a defender vuestra República, quemando iglesias y asaltando tiendas. (...) Esto no se va a calmar, cuñado. Esto ya no tiene vuelta atrás. ¿No has oido a Queipo de Llano en la radio?  En dos días hay varias columnas de legionarios limpiando Madrid, como limpiaron Asturias en el 34. Van a faltar farolas para colgar a tanto malnacido. Va a correr la sangre como una riada en el Manzanares. Acuérdate de lo que te digo: España no se limpia más que con un diluvio de sangre (...) Si no fuera por lo que es te metía un tiro ahora mismo (...)
Fusilamientos 3 de Mayo
GOYA
Armas, gritaban todas las bocas abiertas. La palabra sonaba como una exigencia y una invocación. Armas, armas, armas, armas. El ritmo se hacía más rápido como un pataleo furioso. (...) El camión da marcha atrás rugiendo, empieza a girar y la gente lo rodea, se levanta una lona y un grupo de hombres de paisano empiezan a desclavar cajar alargadas. Manos ansiosas extendidas, Armas, dicen (...) La radio de Sevilla lanza las proclamas de los facciosos (...) Se practican en Madrid numerosas detenciones de elementos fascistas, religiosos y oficiales del ejército traidores a la República (...)  Mire lo que hacen cuando entran en los pueblos de Extremadura, cómo actuan (....) THE KILLINGS AT THE BULLFIGHTING RING IN BADAJOZ (...) Los servidores de la patria dan caza a sus compatriotas como los italianos a los negros en Abisinia. No buscan la victoria militar sino el exterminio. ¿Y nosotros hemos de tener todavía remordimientos de conciencia porque el pueblo, en defensa propia, se toma la justicia por su mano? (...) No ha sido el pueblo el que ha prendido la brecha de la hoguera en la que arde hoy toda España (...) Aquí la República intentó una modesta reforma agraria y mire cómo se han levantado contra ella los terratenientes y sus servidores de siempre, los militares y los curas. Ellos empezaron a derramar la sangre y ahora la sangre cae sobre ellos (...) ¿No sabe usted que disparan desde las terrazas y desde los campanarios de las iglesias? Pasan en coches a toda velociddad delante de los cuarteles y ametrallan a los milicianos de guardia. Bombardean con sus aviones los barrios populares y no tienen ningún reparo en que mueran mujeres y niños (...) El pueblo español expulsaría a los mercenarios moros y a los invasores enviados por el nazismo alemán y el fascismo italiano igual que había expulsado en la guerra de la Independencia a los ejércitos de Napoleón (...)
Duelo a Garrotazos
GOYA
Arriba los pobres del mundo, en pie los esclavos sin pan. (...) "Piensan que de verdad han hecho la revolución: que han triunfado porque ahora ocupan los palacios de Madrid y desfilan marcando el paso con bandas de música y banderas rojas. Se embriagan de palabras y de himnos..." (...) Ignacio piensa en sus hijos, Lita y Miguel, al otro lado de la Sierra en la zona ocupada por los facciosos: Los adoctrinarán, habran caido de nuevo en manos de curas y monjas, los forzarán a confesar  y a comulgar los domingos (...) haciendoles cantar en la escuela himnos eclesiásticos y fascistas (...) "Ignacio, Ignacio, por Dios, ábreme, si no me escondes van a matarme..."  (....) DEATH IN THE AFTERNOON AND AT DAWN (...)  Era en el New York Times (...) Sólo vio las palabras  y ya supo que se referían a España. No podía faltar, ni la muerte ni la tarde como si fuera una corrida y no una guerra (...) Elimination of Enemies by Execution is the Rule (...) Mi país es ahora mismo nada más que un manicomio y un gran matadero (...) Yo he visto la guerra. Nadie me la ha contado. La ví en Marruecos cuando era jóven y ahora he vuelto a verla en Madrid (...) En la guerra no sabe nadie lo que está pasando (...) Estalla una bomba y te matan o ten quedas desangrándote y sujetándote los instentinos con las manos, o te quedas ciego, o sin piernas, o sin la mitad de la cara (...) Alguien te denuncia porque le caes mal o porque cree que te vio una vez saliendo de misa o leyendo el ABC y te llevan un coche en la Casa de Campo y a la mañana siguente los niñós se divierten con tu cadáver poniéndole un cigarro encendido en la boca y llamarle besugo. Esa es la guerra. O la revolucíón. Todo lo demás que te cuenten es mentira (...) Los viejos intoxican a los jóvenes para vengarse de su juventud mandándolos al matadero. Muchas personas parecen normales y se vuelven salvajes cuando ven la sangre y la huelen. Ven fusilado a un vecino al que hasta ayer mismo le daban los buenos días todas las mañanas y si pueden le roban la cartera o los zapatos(...) Podrían haberme matado en Madrid y me habrían matado seguro los del otro bando si me hubiera quedado con mis hijos aquel domingo en la Sierra (...) La gente dominada por pasiones políticas me da miedo, o me parece ridícula, como los que se ponen rojos gritando en un partido de fútbol , o en los toros(...) A la guerra, a los sitios donde de verdad se está expuesto a morir, no van más que los que no tienen más remedio porque los llevan a la fuerza o porque se han creido la propaganda y los han emborrachado con las banderas y los himnos. Todo el que puese se escapa. (...) A las mujeres ya te puedes imaginar lo que les hacen. A los hombres  muchas veces les cortan la nariz y las orejas y luego les cortan el cuello. Les cortan los testículos y se lo emboten en la boca(...) Todo eso también lo hacen de vez en cuando los nuestros. Vas a decirme que los otros son mucho peores. No me cabe la menor duda. También he visto lo que hacen ellos. Ellos se sublevaron y ellos tienen la culpa de que empezara la matanza. Ellos merecen perder pero nosotros hemos cometido tantas barbaridades y tantas estupideces que no nos merecemos ganar."

7 comentarios:

entrenomadas dijo...

Hola, amigo,
me llevará un rato pensar tu pregunta, entender tus dudas,que también son mías. En mi parcela, en ese lugar donde vivo libre de ruidos y de cosas molestas la palabra República entra, aunque fuera,el mundo es distinto y tal vez, tus dudas sean muy sensatas.

No se, pero lo que me parece de tomadura de pelo es la monarquía, eso sí que lo aceptamos sin poner apenas pega alguna. Terrible.

Seguiremos hablando, ahora me voy a leer tu texto.

Un abrazo grandote, te echa de menos por el blog.

Marta

Cayetano dijo...

Un excelente homenaje a una fecha singular. Nos hace reflexionar sobre la idiosincrasia de este pueblo cuyas gentes se mueven más por la pasión visceral que por el pensamiento sereno y reflexivo. Creo que no tenemos remedio.
Un saludo.

alma dijo...

Mi novela favorita de Muñoz Molina es "El jinete Polaco" pero descubrí al autor con "Sefarad" y ya no pude dejar de leer todo lo que haga. La noche de los Tiempos es una novela espléndida a la que, en mi opinión, le sobran por lo menos doscientas páginas. La parte que a mí más me conmovió es justamente el último fragmento que has elegido, cuando después de un viaje de pesadilla Ignacio Abel consigue llegar a los Estados Unidos,vuelve a encotrarla a "ella" y tiene que explicarle justamente eso: "Ellos merecen perder pero nosotros hemos cometido tantas barbaridades y tantas estupideces que no nos merecemos ganar"

Un saludo :)

Colotordoc dijo...

Tus palabras hacen pensar....

Los extremos no son buenos y menos si dirimen sus diferencias en guerras sin sentido y en venganzas inconscientes...

Ojala aprendamos de todo esto...y que no se repita.

Saludos

Unknown dijo...

La ciudadanía, como hemos comentado en otras ocasiones, se ha vuelto muy conservadora y sobre todo aburguesada, incluso la trabajadora que somos la mayoría. Y eso es lo más triste.

La república no es ni de izquierdas ni de derechas pero lo cierto que es el concepto y la reivindicación de lo que significa si que ha quedado como patrimonio de la izquierda por una sencilla razón: la derecha la rechaza.

Katy dijo...

Hola Runaway correspondo con agradecimiento a tus comentarios en mi blog. Siento no poder corresponder igualemnte porque mi desconocimiento de estos temas es muy superficial.
Yo vengo de otra guerra, la 2º también muy dolorosa, que aun superadas me han dejado marcada para siempre. Solo oír esta palabra enfermo.
Un abrazo

Runaway dijo...

Katy;
Yo afortunadamente no he vivido ninguna guerra. Lo único que se de ella es a través de libros, documentales y películas, ya que me gusta saber de la Historia.

También sé un poco de ellas por mis mayores. No mucho, porque entre la censura de la dictadura que prohibia hablar de ciertas cosas, y la autocensura que se imponía la gente que había sufrido la tragedia y les había marcado tanto, ese asunto se convertía en un tema tabú.

El primer televisor (blanco y negro) que pudo comprar mis padres fue sobre 1972. Tenia yo 10 años. Me gustaba mucho ver las películas del oeste y las de guerra. Un buen día, mi madre, que había pasado la guerra, me dice: "Ay, hijo, yo no sé cómo te puede gustar eso, con tantos tiros"; pero mamá eso es una interpretación de los actores, es de mentira; "sí, eso es lo que tú te crees, que es de mentira".
Otra frase que le oía decir era"hijo tú no te señales" porque sabía las represalias que podían sufrir los que así lo hacían.